Anoche tuve un sueño muy hermoso, y fue así porque estabas vos. No sé si se hará realidad, pero aún así lo sigo deseando. Fue un momento único, parecido a la realidad y quizá distante de ella, pero el sentimiento fue tan real que es más inexplicable que cualquier otro.
Eras un ángel disfrazado de persona, y estabas allí, completo, no te faltaba absolutamente nada. Esa era tu sonrisa, tu vos; esos eran tus ojos, tus labios; y eran esas hasta tus palabras complejas que leía yo. Tu boca, tus gestos, tu piel, tu pelo. Tu pensamiento, tu ideología, tus características, tus buenos modales y todas tus virtudes. Simplemente eras vos en vos mismo. Actuando tu propio papel, siendo nadie más que vos, siendo ese ser inigualable que eres. Tan diferente, tan original, intelectual, distinto que hasta pareciera que sos así apropósito, con cierto rencor al pasado, con cada individualidad que me apasiona, que me hace sentir que fuiste hecho para mi. Pero eso no lo se, nadie lo sabe.
Yo solo sé que te quiero a ti, con toda tu perfección y todo ese mundo que te rodea, en el que a veces aparezco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario