En el club de los imposibles.

Si, es así. Acabo de darme cuenta que, si no lo pienso dos veces, puedo escribirte doscientos textos por día. En realidad, esa no es mi idea pero no puedo sacarte de mi mente. Me siento esa chica triste que te hacía reír.

Entra el dolor y la nada, elegí el dolor.

No entiendo como me haces tan feliz, si no te tengo conmigo. Sólo me dices un bello "hola" y me cambias el rumbo del día. La verdad que hay cosas que no entiendo, como por ejemplo: ¿por qué no podemos estar juntos?

Nunca jamás quiere decir tal vez.

A veces pienso el porque de las cosas. Quisiera saber porque me llegas como un imposible, yo no me conformo con esas cosas, al menos con la mayoria. Nose porque permito que seas así. Nose porque miro tu foto y te siento tan lejos.
A veces, cuando te hablo, me siento parte de un momento único en la historia, como si eso no fuese a ocurrir de nuevo; cuando en realidad, esos momentos son de lo más vulgar. Cuando las 500 personas que pueden llegar a rodear el sitio, jamás se darán cuenta de la verdad. Nosé si tu ya la sabes, pero eso no me importa ya. Sigues pareciendome imposible.